sábado, 12 de marzo de 2011

LA FELICIDAD INCOMPLETA

Caminaba ayer de madrugada por las calles de regreso a mi casa y de pronto la escuche de una fiesta en un departamento. Ya la había escuchado antes. No se porque pero siempre pensé que la cantaba una mujer (ahora se que no). Le preste atención al coro. Tengo de Lenny Fierro (sí, me gusta el latín pop). Es cierto, yo no tengo un departamento ni viajo en cruceros, pero creo que el resto de la letra se ajusta a mi realidad actual (aunque no por la nostalgia de una persona en especial, hago esa salvedad). Al menos un poco.

Este verano ha sido el mejor en muchísimos aspectos: sigo trabajando, estuve en clases de natación, saque mi brevete, tengo carro, estoy en un gimnasio, deje crecer mi pelo, tengo “rating” (los que me conocen saben a lo que me refiero), etc. Vivo de aquí para allá, me va bien y me gusta decirlo, así como cuando me va mal lo digo también. Pero me he dado cuenta de que, de un tiempo a esta parte, he estado sintiendo inconscientemente una especie de vacío extraño que ayer con esa canción finalmente salio a la luz. Y tuve una visión a lo San Pablo.

Durante todo este tiempo me he excusado diciendo (y diciéndome a mi mismo) que no tengo enamorada por falta de tiempo libre. A la última que tuve le termine básicamente por esa razón. Y es verdad. Al menos hasta este febrero que ya se ha ido he estado bastante ocupado en mis asuntos como para pensar en iniciar y mantener una relación seria (lo del “rating” va por otro lado). Me había convencido a mi mismo de que, asi como estoy ahora, sería un despropósito estar con alguien, pensamiento que ha venido actuando como un escudo (o repelente) hacia mi mismo cada vez que se me ha dado la oportunidad de profundizar un vinculo sentimental con alguien. Sin embargo, a la falta de tiempo debo agregar algo más: miedo. Miedo a que las cosas no vuelvan a funcionar, miedo a que terminen como la última vez, miedo a que de nuevo mi ritmo de vida termine por relegar a un segundo plano una potencial relación, miedo a que nuevamente termine siendo yo el verdugo. Por todo esto me he detenido en la búsqueda de una enamorada. Y de repente ahí puede estar la clave para personas como yo. Lo inesperado y accidental puede ser lo que funcione conmigo. Encontrar sin buscar. Después de todo sucedió una vez, funciono muy bien y fui feliz (paradójicamente aquello ocurrio el verano anterior, donde no era "del capital" ni hice ni tenia todo lo que mencione al principio). Pero nunca ha funcionado cuando yo tomé la iniciativa. Casi siempre ha sido un desastre. También lo fue la última vez.

A pesar de tener gente que me quiere (y también gente que me odia) finalmente debo de aceptar la soledad como parte de mi. Soledad de estar (no andar) solo. Sin enamorada. Y por propia voluntad, hasta que lo inesperado y accidental vuelva a aparecer. Recién allí experimentare la felicidad completa, si es que vuelve a aparecer justo cuando siga teniendo todas las cosas que por ahora, como canta Lenny Fierro, tengo.




PD: Rojos, si piensan que esta es la razón por la cual soy tan liberal y pro-mercado, se equivocan. Así fuera misio (y lo he sido), igual nunca sería izquierdista, ni seguidor del marxismo, el anticapitalismo, el socialismo y demás reliquias destruidas por la historia que a fin de cuentas son la misma porqueria y que son la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica de la envidia, como dijo el gran Winston Churchill.

2 comentarios:

  1. Y has sido misio, y siempre has sido igual. Saludos, y entiende, hay cosas que no se buscan, solo se encuentran. :)

    ResponderEliminar
  2. no podría comentar tu vida privada ni tus elecciones, pero me detengo a pensar del ¿por qué siempre te manejas con un escudo...?

    ResponderEliminar

Seguidores