domingo, 13 de febrero de 2011

CHOLO NO SOY

Hace 3 años un profesor de mi universidad nos dejo como trabajo final hacer un análisis sobre el tema más sublimado y manoseado de la sociología: la choledad. Pero no un análisis libre, sino redireccionado por él hacia la única tendencia preferida en los circuitos académicos de las ciencias sociales (se daba por sentado que para aprobar el trabajo éste tenía forzosamente que seguir esa línea). Si bien reconozco que es un buen investigador desgraciadamente es de esos profesores (para variar rojos) que si no compartes su manera de pensar y de ver las cosas te tienes que atener a las consecuencias (una prueba mas de que, aunque se jacten de lo contrario y pontifiquen sobre libertad de expresión, los rojos son en la práctica los más intolerantes).

Desde ese día en adelante he tenido que soportar empalagosas clases, uniformes opiniones e innumerables y repetitivos debates en torno a la cuestión de la choledad, lo cual no tendría nada de malo si no fuera porque en la totalidad de ellos se magnifica, se idealiza y se hace una apología extrema a todo lo que tenga que ver con las migraciones del campo a la ciudad, el desborde popular, la cuestión racial, la informalidad, la estética y la música chicha, etc. etc. etc. todo esto enmarcado dentro de un proyecto dirigido por la argolla sociológica actual que busca desde hace un buen tiempo que algún día todos los peruanos nos forjemos una identidad etnocultural a partir de considerarnos nosotros mismos cholos o que debemos ser cholos y serlo siempre. Ah! y pobre de aquel que no se considera cholo o no habla tan bien de lo cholo, pues entonces aquel “es un racista” o “se cree gringo” y demás imputaciones estúpidas guiadas (cuando no) por el pensamiento políticamente correcto (un mal endémico en la sociología de estos lares junto con el doble raserismo), lleno de temas y opiniones tabú, maquillador de las cosas e incapaz de hacer un análisis objetivo en la medida de la posible (porque la objetividad al 100 % es imposible pero ¡tampoco hay que irse al otro extremo!), entre otras perlas.

Si, la migración del campo a la ciudad trajo consecuencias positivas al desarrollo del país (y positivas porque muchos de mis amigos y yo no hubiéramos nacido de no haberse dado las migraciones jajaja) pero también es cierto que trajo muchas consecuencias negativas, que aun persisten y de las que no se hablan y no se discuten en los debates y círculos académicos por miedo a lo que mencione líneas arriba; cosas como: la arremetida contra la propiedad privada (por las innumerables invasiones), la tugurización de las ciudades, la presión demográfica hacia el medio ambiente (por ejemplo, los asentamientos humanos en las riberas de los ríos Rímac y Chillón que contaminan con el arrojo de desechos), el afeamiento del paisaje de la ciudad (mencionar ejemplos esta demás), la formación de asentamientos humanos y barriadas que nunca despegaron (innumerables zonas de los llamados distritos populares) y que hoy en día siguen siendo focos de contaminación, violencia, drogadicción y enfermedades (el cerro San Cosme en el Agustino es un gran ejemplo de esto con bastantes casos de TBC).  Asimismo, la falta de oportunidades en la costa (no había cama para tanta gente) hizo que  varios (no todos, claro está) migrantes y sus descendientes (jóvenes sin futuro llenos de resentimiento que en su mayoría provocaron a mediados de la década de los 90 la explosión de las barras bravas y el pandillaje) optaran por dedicarse a actividades ilícitas o non sanctas y delincuenciales como medio de superviviencia; como consecuencia de esto ultimo se incrementó progresivamente el índice de la criminalidad y la inseguridad ciudadana, gestándose en el país la transición del terrorismo a la delincuencia común. De igual manera, aparecieron fenómenos como el achoramiento de la sociedad y la “cultura combi” y se expandió la estética chicha en las calles y en el arte, la cual (aunque esto ya pertenece a un plano subjetivo) a mi parecer (y seguramente al de muchos también aunque no se atreven a decirlo en voz alta) es horrible y contamina visualmente.

Yo me pregunto ¿Se puede forjar una identidad peruana a partir de un término despectivo (“perro chusco”) creado por los españoles para los indígenas parias en la colonia? ¿Acaso creen que en Chile los chilenos y su clase intelectual se enorgullecen de ser y se consideran ellos mismos “rotos”? ¿La denominación de “cholo” engloba non plus ultra las características y la idiosincrasia de todos los peruanos? En la práctica esta tendencia “acholizadora” queda en el aire: ¿Acaso a los peruanos, sea de rasgos predominantemente blancos, negros o asiáticos o a los indígenas selváticos y demás grupos se les puede denominar alegremente “cholos” sin caer en un vacío de sentido? Si se dice que somos un país de todas las sangres (ahora que esta de moda Arguedas) ¿Porqué no hablar simple y llanamente de mestizaje y de ser mestizo? Yo soy mestizo, me considero mestizo y punto. Nada de cambiarle el nombre a las cosas. Para mí la choledad, como proyecto unificador de una identidad peruana, resulta absurda porque este país es muy heterogéneo. Como dijo Vargas Llosa en su discurso del Premio Nóbel: “Este país tiene todas las identidades” y me parece arbitrario querer homogeneizarlas bajo la consigna de una “Republica chola”. ¡No estoy de acuerdo!

Para la cúpula sociológica actual lo cholo es solamente Magaly Solier (como a todos me alegró que “La teta asustada” fuera nominada al Oscar pero debo decir que la película me pareció sumamente aburrida) o la cumbia en Asia. Yo creo que hay que ver más allá de lo evidente (o de lo que únicamente se quiere ver) y (como diría un periodista en el reclame de su programa político) llamar las cosas por su nombre. Y por si acaso, no. No me creo gringo, no soy racista, ni nada por el estilo, simplemente SOY PERUANO Y SOY MESTIZO.

7 comentarios:

  1. chevre pero te falto el rol del Estado que no pudo planificar o simplemente no quiso........el desborde ps causa.
    Y aun sigue habiendo eso, no hay urbanizacion, ni una cultura de planificar los espacios, hacer del polvo, arena, convertirlo a cemento y espacios verdes......
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    De igual manera, aparecieron fenómenos como el achoramiento de la sociedad y la “cultura combi” y se expandió la estética chicha en las calles y en el arte, la cual (aunque esto ya pertenece a un plano subjetivo) a mi parecer (y seguramente al de muchos también aunque no se atreven a decirlo en voz alta) es horrible y contamina visualmente.
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    si fcil q si afcta xq la simetria depende mucho d nuestra capacidad de adaptacion del sistema nervioso, segun lo q vemos sino nos acostumbramos nos parecera horrible, al igual que nos parece elegante cierto estilos, por su formas mas faciles de digerir nerviosamente, o visualmente.
    Me gusto que le dieras en el clavo cuando dices sobre q este pais es d todas las sangres no solo cholos, xq tmb estan la gente d la selva y sus etnias, y los hijos d imigrants europeos, los criollos, los afroperuanos, descendientes asiaticos, todos somos peruanos, xq no se trata la piel, ni rasgos sino d la cultura y lugares compartidos, de vivencia.
    El peru tiene una poblacion mayoritariamente andina, siempre la tuvo, de ahi todo el movimiento, si la palabra es correcta uhmmm........cholo viene de perro chusco?
    eso diceS? yo no se la verdad, pero si asi fuera son solo palabras el significado varias conformes cambian los contextos .

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  2. Tomando a "El Cholo" como aquel hijo de inmigrantes nacido en Lima, he notado por experiencia propia que su principal característica es avergonzarse de su propia ascendencia. Intentar ocultar sus raíces indígenas convierte a El Cholo en la persona que intenta tomar a todos por tontos, destruir la inocencia de antaño, ser bacán, vivo, ensuciar, robar, estafar y un sin fin de defectos, todo creado por este complejo. Pero no podemos negar que en ese complejo gran culpa tiene el criollo. El criollo que le vendía Palacio de Gobierno al papá recién llegado de El Cholo a cambio de todos sus ahorros. En todo caso uno es consecuencia del otro, lo único inevitable es que Lima se ha choleado y así, no podemos aislarnos. Cholos en los conos, cholos en el centro, cholos en las zonas 'fichas' de Lima. San Valentín es de cholos, las tiras transparentes del sostén son para cholas. Cholo, mezcla de todas las razas -por esto el denominativo de perro chusco- que terminará siendo la única raza del Perú. ¿O alguien me va a decir que la raza aria o la indígena original permanece intacta en más del 10% de la población peruana? Será bueno, será malo, no importa. Lo único que importa es que será.

    Bueno tu blog, Arnaldo! Un consejo: Usa menos negritas, trata de resaltar el contenido por sí mismo y que no se atenúe con las frases que lo rodean. Que sea negrito solo, sin que tengas que colocarlo así.

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  4. lo q dics dinamita es casi lo mismo q un termino llamado.........el achoramiento

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  5. Si hay algo en lo que coincidimos, es que considero que en algunos casos, no en todos, se ha alimentado un desborde de importancia hacia lo cholo, es como dices, en algunos casos una apología extrema, pero quienes lo hacen tienen todo el derecho de hacerlo, es como cuando cada uno de nosotros es fan de algo o alguien; ahora que de ello haya que soportarlo, es depende de cada uno. De echo que si alguien quiere obligarte a identificarte con lo andino y no lo haces, quizá no seas digno de muchas cosas…!!
    Cosa similar me sucedió en mi primera clase con el profesor Ccopa (no veo problema en decirlo) cuando le dije que yo no leía a Arguedas, se horrorizó y literalmente le dijo a todo mi salón, obviamente refiriéndose a mi, que: “el estudiante, que se dice ser universitario, que no ha leído a Arguedas no se hace meritorio de serlo”, le réplica me la reservo para mi, ya que no viene al caso; pero considero que si alguien no es asiduo a algo, no implica que no lo respete y por último, desconozco entonces los requisitos para “ser un estudiante universitario”.
    Considero que si debemos saber de lo cholo, también de lo pituco; si debemos saber de lo andino, también de lo costeño o de lo selvático, si debemos saber de pobreza, también de riqueza, no es necesario encumbrar a una y estar a la defensiva con la otra, la labor de un sociólogo es saber de ambos lados y ser, esta por demás decirlo, objetivos.
    No creo que Arguedas este de moda, considero que siempre estuvo vigente como otros; ¿si a alguien le gusta y a mi no, eso me ubica entre los “no cultos”?, si ¿si no me gustan las novelas mas si los ensayos, eso donde me ubica?
    Lo que si creo es que se toma muy a la ligera referirse a temas como la delincuencia y demás y relacionarlos con el color de la piel, recordemos quienes vinieron al Perú a llevarse sus riquezas. Los espacios son de todos, si alguien quiere venir o irse es libre de hacerlo, pero ello no significara que suceda “esto” o “aquello”, ese análisis “fino” le corresponderá a un buen sociólogo.
    Y por ultimo, desde mi s propias vivencias, cuando viajas a la sierra y convives en la discriminación y la injusticia, tienes una sensación de impotencia, que se transforma en orgullo que se cristaliza en identidad sin necesidad que nadie te la obligue.

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  6. El detalle, Tatiana, es que tú sientes la impotencia al ver que ellos no consiguen vivir como lo hacen algunos beneficiados de la costa y capital del país. ¿Pero no crees que ellos no quieren vivir en él? Sinceramente, creo que todos seríamos felices si lograramos desligarnos de la sociedad de consumo en la que vivimos inmersos. De cualquier manera, cholo no es el serrano, ni el descendiente de serranos. Cholo es aquél que se averguenza de tener raíces andinas. Autocomplejo y autodiscriminación.

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  7. .... la impotencia (que es una forma) es mi manera de identificarme, por ello menciono como mi experiencia, pero quizá otros tendrán otra manera de hacerlo, es por decir todos tenemos una manera distinta del por qué sentirnos orgullosos de ser peruanos. A lo que hago referencia, es que particularmente no necesito que me "obliguen" a identificarme con algo.
    Un aparte, yo creo que desligarnos de la "sociedad del consumo" es un utópico.

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